¿Por qué el agua es líquida a temperatura ambiente?

Explicación del porqué el agua es líquida

La pregunta de por qué el agua es líquida a temperatura ambiente es una incógnita que puede que muchos hayamos tenido en algún momento de nuestra vida, pues si lo pensamos bien, sus componentes nos indican que su forma o presentación debería ser la de un gas.

Recordemos que el agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y por uno de oxígeno. Además, ambos elementos son gases, por lo que no es comprensible, a simple vista, porque el agua es líquida en su estado natural. Es importante que sepamos, primero que nada, la razón por la que los elementos gaseosos se comportan como lo hacen.

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Un gas debe su comportamiento etéreo y sin forma a la interacción interna de sus partículas. Debido a que estas, las partículas, no tienen una fuerza de atracción suficiente los gases se comportan como entidades desligadas unas de otras y sin solidez; esta es la razón de que los gases no tengan una forma definida.

Teniendo lo anterior en consideración, se puede decir que la razón de la forma que toma el agua, en condiciones naturales o en el ambiente, es producto de las reacciones químicas y físicas que ocurren entre los dos elementos de la componen.

Por separado, cada uno de los componentes del agua carece de polaridad, a lo que se le conoce como covalente no polar; es decir que, entre ellos, no existe ningún tipo de atracción eléctrica o magnética, o mejor dicho, la atracción existente es realmente mínima. Por lo que las partículas de los gases se mueven como entes separados.

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Sin embargo, cuando los átomos de hidrógeno y oxígeno entran en contacto, ocurre entre ellos un intercambio de partículas eléctricas. Los electrones, que son partículas negativas, de los átomos de hidrógeno se desplazan hacia el núcleo del átomo del oxígeno; mientras que los protones, de estos mismos átomos, se quedan del lado del núcleo de los átomos de hidrógeno. Esto produce que la molécula del agua sea dipolar, es decir que tenga doble polaridad, logrando que de un lado se cree un polo negativo, que presenta una mayor densidad electrónica, y, por el otro lado, dos polos positivos, con una menor densidad electrónica.

Esta distribución eléctrica ocasiona que las moléculas de agua tengan un poder de atracción poderoso y cohesivo. Gracias a esta cohesión se forma lo que se conoce como puentes de hidrógeno. Estos puentes de hidrógeno son los responsables de que las moléculas de agua actúen como pequeños imanes que se atraen unos a otros. Además, son los que convierten al agua en un líquido especial que es capaz de atraerse por sí mismo.

¿Has visto alguna vez cómo al volcarse un recipiente con agua el contenido se concentra en un solo sitio, formando un charco casi uniforme? Esto se debe precisamente a la fuerza de atracción que le brindan los puentes de hidrógeno presentes dentro de su composición química, gracias a las cargas parciales que estos transmiten.

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