Las plantas son seres vivos que necesitan del agua para vivir. Ellas obtienen el agua del suelo, a través de las raíces y, debido al poder solvente que tiene el agua, esta les aporta a las plantas los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo.
Además, el agua cumple un papel fundamental en la fotosíntesis. Para llevar a cabo este proceso, las plantas requieren de dos elementos fundamentales, agua y luz solar. Durante la fotosíntesis, las plantas separan el agua en moléculas de oxígeno y de hidrógeno. Luego, el hidrógeno se une con el dióxido de carbono, que las plantas obtienen del medio ambiente a través de las hojas, y juntos forman azúcar, que es el principal alimento de las plantas.
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El proceso de la fotosíntesis genera como desecho oxígeno, el cuál es expulsado al medio ambiente por medio de las hojas. Recordemos que todos los animales sobre la Tierra, incluyéndonos, necesitan de oxígeno para vivir, por lo que las plantas son fundamentales para el desarrollo y supervivencia de todos los ecosistemas del planeta.
¿Sabías que las plantas contienen un 90% de agua? Pues así es, el agua se transporta a través de toda la planta, desde las raíces hasta las hojas a través de sistema radicular de las mismas. Además, el agua es la responsable del crecimiento de las plantas, pues las células vegetales necesitan una constante irrigación de agua para dividirse y expandirse. Si las plantas no reciben suficiente agua durante su etapa de crecimiento, su tamaño no será el óptimo y su desarrollo se verá atrofiado.
¿Qué tan importante es el agua en las plantas frutales?
La presencia de agua es incluso más importante para las plantas frutales, pues, como hemos dicho antes, el agua es uno de los elementos fundamentales para que las plantas logren crear azúcar. A su vez, el azúcar es la que permite que las flores y los frutos de las plantas se desarrollen y maduren.
¿Hay platas que necesitan más agua que otra?
Ciertamente, sabemos que existen plantas para las que el agua es más necesaria que para otras. Esta diferencia la notamos entre las plantas de agua y las de desierto. Las plantas de desierto sí necesitan agua para sobrevivir, pero su uso de la misma es más escaso que en otras especies. Estas variedades de plantas han mutado para lograr desarrollarse con un consumo menor de agua. Además, han sabido desarrollar defensas, como las espinas, para evitar que la poca agua que contienen sea robada por los animales.
Por el contrario, las plantas de agua necesitan de una gran cantidad de agua para existir y desarrollarse. Entre estas plantas acuáticas se diferencian dos tipos distintos: las que están completamente sumergidas en el agua y las que viven en la superficie flotando sobre lagos, ríos o estanques.
En ambos casos, son plantas que se adaptaron a un ambiente sumamente húmedo. En ellas las raíces mutaron, de forma que estas no se ahogaran por la constante e inmensa cantidad de agua que las rodea. La naturaleza es sabia y aprende a adaptarse cuando es necesario.
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