El agua tiene propiedades tanto químicas como físicas. Primero, la molécula del agua está formada por dos átomos de hidrogeno que se unen, a cada lado, a un átomo de oxígeno. Además, las moléculas de agua tienen doble tipo de carga, por una lado son positivas y por el otro son negativas; es por esto que se forman las gota y por lo que estas se atraen, unas a otras, en la atmósfera. Es más, si no fuese por el efecto que la gravedad tiene sobre estas moléculas, las gotas serían completamente redondas.
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El agua es también conocida por su poder de solvencia; ya que es, en el mundo, el líquido que más elementos es capaz de disolver. Además el agua es neutral, pues tiene pH 7, esto quiere decir que el agua es un elemento que no es ni ácido ni básico (o alcalino). También, es el único elemento de nuestro planeta que se puede conseguir en sus tres estados (sólido, líquido y gaseoso) a temperaturas que son comunes y naturales en la Tierra.
Otras de las propiedades físicas del agua es que tiene puntos de congelación y ebullición más o menos estables; en líneas generales el agua se congela a una temperatura de 0ºC e hierve a una temperatura de 100ºC. También, el agua es menos densa en su forma sólida que en la líquida; esta es la razón de que los hielos e icebergs floten.
El agua también posee propiedades que le permiten regular la temperatura, tanto del ambiente como del cuerpo.
Termorregulador del agua
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La propiedad de termorregulación del agua se evidencia tanto en la naturaleza como en el organismo de los animales y los seres humanos.
El agua tiene la capacidad de absorber grandes cantidades de calor antes de llegar a calentarse; así que los mares y océanos suelen atrapar el calor durante el verano y liberarlo en el invierno. Esta es la razón por la que los cambios de temperaturas en el aire se hacen progresivamente al pasar de una estación a otra, sobre todo en los lugares que están cerca de las costas.
Este mismo principio es el que hace que el agua sea tan valiosa para las industrias, pues es utilizada como sistema de enfriamiento. Incluso, es el elemento que prototípicamente se usa como enfriador en los automóviles.
El agua en el cuerpo humano colabora en la regulación de la temperatura corporal, pues cuando el cuerpo es sometido a una temperatura ambiental mayor a la que tiene naturalmente, se inicia un proceso de enfriamiento. Este proceso básicamente se basa en expulsar sudor por medio de las glándulas sudoríparas, el cual, al entrar en contacto con el aire, enfría el cuerpo para bajar su temperatura.
Funciones del agua
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El agua cumple otras funciones que son de suma importancia para el cuerpo humano, entre ellas se encuentran:
- Contribuir con el desarrollo y funcionamiento de todas las células del organismo.
- Transportar sustancias disueltas, como nutrientes y minerales, a lo largo del cuerpo.
- Colaborar con la eliminación de toxinas y de desechos del organismo, por medio de los riñones (a través de la orina), de los intestinos (a través del excremento) y por el sudor.
- Sirve como lubricante, tanto para las articulaciones, las mucosas y los ojos. Una correcta lubricación previene daños, lesiones y mal funcionamiento de los órganos.
- Fomenta el correcto funcionamiento del cerebro y de sus procesos cognitivos, pues evita que se deshidrate.
- La importancia del agua para el ser humano es infinita, pues de ella dependen absolutamente todos los procesos que en el cuerpo se producen diariamente.
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